¿Cuáles son las ventajas de las casas pasivas?
Desde siempre, estamos acostumbrados a convivir con el modelo de construcción tradicional de viviendas. Un modelo en el que se emplean materiales convencionales como el ladrillo, el cemento y la madera. Sin embargo, en los últimos años estamos asistiendo a la llegada de las viviendas pasivas. Pero, ¿sabes cuáles son las ventajas de las casas pasivas?
La elección de los diferentes modelos de construcción va a depender de las necesidades y las preferencias de los clientes. También entrarán en juego factores como el presupuesto y la ubicación. Las casas pasivas ofrecen múltiples ventajas y beneficios a este respecto para que puedas optar por ellas.
¿Qué es una casa pasiva?
Una casa pasiva es una vivienda que se caracteriza por su alta eficiencia energética. Un modelo diseñado para mantener una temperatura interior estable sin depender de sistemas convencionales de calefacción o climatización.
Estas viviendas emplean un excelente aislamiento térmico y acústico, así como sistemas de ventilación controlada y aprovechamiento de la luz solar. Todo ello con el objetivo de reducir las pérdidas de energía.
Ventajas de las casas pasivas
Pero para que podamos ver mucho mejor lo que supone este modelo, vamos a entrar en detalle sobre cuáles son las principales ventajas de las casas pasivas.
Menor consumo de energía
Las casas pasivas son viviendas altamente eficientes. No en vano, están diseñadas para reducir al mínimo la necesidad de usar la calefacción o el aire acondicionado. Gracias a su excelente aislamiento térmico y su hermeticidad, son capaces de aprovechar al máximo la luz solar para minimizar las pérdidas de calor o frío.
Como resultado de todo esto, el consumo energético se reduce notablemente. Las facturas de electricidad y otros sistemas de energía son mucho más bajas.
Escasa dependencia de la electricidad
Dado su carácter altamente eficiente, otra de las ventajas de las casas pasivas es que dependen muy poco de la electricidad. Lo que se hace aquí es aprovechar al máximo los recursos naturales para mantener un ambiente interior más que confortable.
El excelente aislamiento térmico minimiza las pérdidas de calor en invierno y evita la entrada de aire caliente en verano. El sistema de ventilación controlada que disponen estas casas garantiza un flujo de aire constante sin necesidad de utilizar grandes cantidades de energía. De esta forma, se reduce bastante el consumo eléctrico.
Mayor aislamiento térmico y acústico
El alto grado de aislamiento térmico y acústico es otra de las principales ventajas de las casas pasivas. Los materiales utilizados para su construcción y la hermeticidad de estas viviendas minimizan la transmisión de ruidos externos. El ambiente interior es, sin duda, mucho más tranquilo y relajante.
El aislamiento térmico y acústico de las viviendas pasivas contribuye al confort y, por supuesto, a la reducción del consumo energético y las emisiones de CO2.
Viviendas más rentables
La rentabilidad a largo plazo de las casas pasivas es mucho más alta que la de una vivienda convencional. Todo ello gracias a lo que venimos comentando ya, su alto grado de eficiencia energética y su escaso consumo de energía. Esto se traduce en un ahorro en las facturas de electricidad.
El enfoque sostenible y respetuoso con el medio ambiente de estas casas está atrayendo a una gran cantidad de compradores. Si bien la inversión inicial puede ser costosa, lo cierto es que con el tiempo se logra recuperar.
Confort interior más saludable
Por último, el confort interior es otra de las grandes ventajas de las casas pasivas. Son viviendas con un notable sistema de aislamiento superior y ventilación controlada. Además, emplean fuentes de energía renovables que hacen que el interior del hogar sea mucho más confortable y saludable.
El interior de la vivienda está libre de corrientes de aire, mientras que la temperatura es constante y agradable durante todo el año. El filtro de aire que emplean estas casas ayuda a eliminar partículas contaminantes. Por tanto, la calidad del aire es siempre superior con respecto al de las viviendas tradicionales.