¿Qué tipos de edificios pueden obtener la certificación LEED?
La certificación LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño Sostenible) es un sistema de clasificación internacional para edificios sostenibles. Se evalúan aquí aspectos como la eficiencia energética, el uso del agua, la calidad del aire interior, la selección de los materiales y el diseño innovador del edificio.
Cada uno de los edificios obtiene una serie de puntos en las categorías anteriores, logrando una clasificación en 4 niveles diferentes: Certificado, Plata, Oro y Platino. El objetivo de esta certificación es reducir el impacto ambiental, mejorar la salud de los residentes y lograr que los espacios sean más eficientes y menos costosos.
¿Qué tipo de edificios pueden obtener la certificación LEED?
La certificación LEED es válida para diversos tipos de construcciones. Tienen cabida aquí, por ejemplo, los edificios comerciales, los residenciales y los edificios públicos. Así pues, hablamos de oficinas, escuelas, hospitales, viviendas, etc.
Cualquier edificio puede aspirar en la actualidad a obtener esta certificación. Pero claro, deberá cumplir con los estándares y requisitos establecidos para un diseño y operación ecológicos.
¿Cuáles son los requisitos para obtener la certificación LEED?
Precisamente, a continuación vamos a conocer cuáles son los requisitos con los que debe contar el edificio para poder obtener la certificación LEED.
Eficiencia energética
La certificación LEED estudia, entre otros aspectos, cómo los edificios minimizan su consumo de energía. Para cumplir con este requisito, los proyectos deben incorporar tecnologías y estrategias innovadoras que vayan desde el uso de sistemas de iluminación de bajo consumo a un aislamiento térmico avanzado o el empleo de energías renovables.
La eficiencia energética de un edificio reduce los costes operativos y disminuye el impacto ambiental. Un aspecto que implica un compromiso importante con la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos.
Materiales sostenibles
Otro de los requisitos de la certificación LEED es el uso de materiales sostenibles. El objetivo es seleccionar recursos que reduzcan el impacto ambiental, ya sean materiales reciclados, locales o de bajo consumo energético en su fabricación.
La elección de estos materiales contribuye a la eficiencia energética. Además, reduce la huella de carbono y fomenta la economía circular. El empleo de materiales sostenibles demuestra, por tanto, un compromiso ambiental y una construcción responsable y eficiente.
Sistemas eficientes
La implementación de sistemas eficientes en el edificio es también clave para obtener la certificación LEED. Hablamos aquí del uso de recursos como energía, agua y materiales sostenibles. Estos sistemas eficientes reducen notablemente el impacto ambiental del edificio y un menor consumo de los recursos.
Como ejemplos de sistemas eficientes podemos citar los sistemas de calefacción y climatización de alta eficiencia, la iluminación de bajo consumo o las tecnologías de conservación de agua.
Innovación
Por último, la innovación es otro requisito esencial para la certificación LEED de un edificio. Un criterio que se basa en crear soluciones avanzadas en diseño y construcción. Los edificios deben demostrar que cuentan con estrategias novedosas y superar los estándares de sostenibilidad.
Podemos señalar aquí como ejemplos el uso de las nuevas tecnologías, los métodos constructivos más innovadores o los sistemas únicos de gestión de recursos.
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