Fachada ventilada o SATE, ¿cuál es mejor? | Eficser

Fecha: agosto 29, 2023

Una fachada limpia y un buen estado de mantenimiento mejora tanto la imagen estética como funcional. De hecho, hay que recordar que la fachada actúa como una barrera eficaz frente a los agentes externos como la humedad, el calor o el frío. En este sentido, la instalación de una fachada ventilada o SATE puede resultar fundamental en diversos casos.

El óptimo mantenimiento de una fachada contribuye al bienestar de las personas que habitan en el edificio. Pero también está asociado a una mayor eficiencia energética y un ahorro en el consumo energético. Así pues, una fachada en óptimo estado es sinónimo de estética, eficiencia y durabilidad.

¿En qué consiste la fachada ventilada? ¿Y la SATE?

La fachada ventilada es un sistema constructivo que se compone de una estructura externa adherida al muro del edificio. Esta estructura crea una cámara de aire que actúa como una barrera térmica. Además, facilita también la ventilación natural. El material de revestimiento con el que está fabricada puede variar, ya que puede ser de cerámica, madera o incluso metal.

La fachada SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior), por su parte, también es una solución constructiva. Sin embargo, en este caso se basa en la aplicación de capas aislantes directamente sobre la pared exterior del edificio. Sobre este aislante se añade un revestimiento final que puede ser de varios tipos.

Ambos sistemas tienen en común que son capaces de mejorar el rendimiento térmico del edificio. Pero, como veremos más adelante, emplean enfoques y materiales distintos.

¿Cómo funcionan?

La fachada ventilada o SATE son, como acabamos de decir, dos soluciones constructivas diseñadas para mejorar el rendimiento energético y la estética de los edificios.

La fachada ventilada crea una cámara de aire entre el revestimiento exterior y el muro. Por tanto, permite una mejor ventilación y aislamiento térmico. Además, facilita la eliminación de la humedad y reduce los problemas de condensación.

Por otro lado, la fachada SATE combina materiales aislantes con un revestimiento final. La solución que ofrece es tal vez más compacta, mejorando siempre la eficiencia energética. No obstante, ambas fachadas reducen el consumo de energía en materia de calefacción y refrigeración y contribuyen a una mayor sostenibilidad ambiental.

¿Cuál es más cara, la fachada ventilada o SATE?

Uno de los principales debates entre fachada ventilada o SATE tiene que ver con su precio. Si hablamos de costes, por lo general la más cara es la fachada ventilada. El precio más alto de este sistema se debe, sobre todo, al uso de materiales como la piedra, la cerámica o el metal. Asimismo, el precio también es mayor al necesitar una más alta especialización en la instalación.

Por otro lado, las fachadas SATE emplean materiales más económicos (poliestireno o lana miranda) y su instalación es un poco más sencilla. No obstante, a largo plazo la fachada ventilada ofrece mayores beneficios en términos de durabilidad y eficiencia energética. Hasta el punto de que se puede compensar perfectamente la inversión inicial.

Diferencias estéticas entre fachada ventilada y SATE

La fachada ventilada o la fachada SATE son dos técnicas constructivas que buscan mejorar el aislamiento térmico de un edificio. Sin embargo, poseen una serie de diferencias estéticas a tener en cuenta.

La fachada ventilada se caracteriza por un revestimiento externo que crea una cámara de aire. El aspecto estético que brinda es moderno y muy dinámico. Todo ello gracias, especialmente, a la amplia gama de materiales que se utilizan en ella (cerámica, metal, madera, etc.).

La fachada SATE, en cambio, utiliza un revestimiento de poliestireno o lana mineral que se adhiere directamente a la pared. Por lo general, el acabado final es un revoco liso o texturizado. Un sistema que otorga al edificio una estética más tradicional y uniforme.

¿Cuál es más fácil de instalar?

Por último, tenemos que hablar del proceso de instalación de la fachada ventilada o fachada SATE. Generalmente, la fachada SATE es más fácil de instalar. No en vano, se trata de un sistema que utiliza materiales más ligeros y una metodología más sencilla. De ahí que, además de ser más fácil, su proceso de instalación es también más rápido.

La fachada ventilada implica una construcción más compleja, ya que posee una cámara de aire y un sistema de anclaje que debe ser planificado y ejecutado al detalle. Así pues, para proyectos con limitaciones de tiempo o presupuesto, lo más recomendable será sin duda instalar fachada SATE.

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