¿Por qué rehabilitar mi fachada con el revestimiento SATE?
La fachada de una casa o de un edificio es uno de los elementos más importantes de la estructura. Los trabajos de rehabilitación no sólo mejoran su aspecto y su funcionalidad, sino que también incrementan su valor. Como veremos en esta ocasión, el revestimiento SATE es uno de los materiales que se emplean en una tarea como esta.
Una fachada desgastada o deteriorada puede afectar a la vivienda. De hecho, lo más probable es que sufra problemas estructurales y de humedad en el interior. Al mismo tiempo, se verá afectada la eficiencia energética del edificio, con los consiguientes costes que esto supone en el consumo de energía.
¿Qué es el revestimiento SATE?
El revestimiento SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior) es una técnica para mejorar la eficiencia energética y reducir la pérdida de calor. Básicamente, consiste en aplicar una capa de aislamiento térmico en la fachada del edificio y recubrirla con un revestimiento protector.
Este trabajo proporciona un mejor rendimiento energético y reduce el consumo de energía en el edificio. Además, también puede mejorar el aislamiento acústico y proteger la fachada de la humedad y otros efectos climáticos.
¿Qué ventajas tiene instalar el revestimiento SATE?
La aplicación del revestimiento SATE en trabajos de rehabilitación ofrece numerosas ventajas a viviendas y edificios. Veamos, a continuación, algunas de las más destacadas.
Instalación sencilla
Una de las principales ventajas de este revestimiento tiene que ver con su sencilla aplicación. El sistema SATE se compone de paneles aislantes que se adhieren a la pared y se cubren con una capa protectora. Esta capa puede ser de diferentes materiales (mortero, acrílico, piedra o madera).
El diseño de este revestimiento permite que pueda ser instalado de forma rápida y sencilla en cualquier estructura.
Larga durabilidad y resistencia
El revestimiento SATE protege la fachada de los edificios de la intemperie, los efectos de los rayos del sol y otros agentes externos que puedan dañarla. Un revestimiento muy resistente y que puede soportar perfectamente los cambios bruscos de temperatura, el viento y la lluvia.
Un aspecto que garantiza por completo su durabilidad. Por lo general, se estima que un revestimiento de este tipo bien instalado puede durar en torno a los 50 años. Aunque todo dependerá de la calidad de los materiales empleados y el mantenimiento posterior.
Eficiencia energética
El revestimiento SATE proporciona un excelente aislamiento térmico, por lo que ayuda a reducir el consumo de energía en calefacción y refrigeración. Además, ofrece una mayor protección contra el frío, la humedad y los cambios de temperatura. Por lo que no sólo se gana en eficiencia energética, sino en un mayor confort térmico.
Amortización en 7 años
Por último, hay que señalar que el periodo de amortización de este sistema suele durar unos 7 años. Así pues, la inversión inicial se recupera rápidamente y los ahorros en coste de energía a largo plazo brindan una mayor rentabilidad. Se trata, por tanto, de una solución muy económica a largo plazo para mejorar la eficiencia energética del edificio.
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